"Yemen Blues"
El Espíritu del Sur 2011
A pesar de su nombre, este proyecto procede de Israel. Cuentan que Ravid Kahalani, líder y creador del proyecto, y cuyos antepasados yemeníes estaban asentados en Kohlan, cerca del distrito de Sanaa, aprendió el lenguaje y los cantos tradicionales de la tierra de su familia: una saga de grandes cantantes como Zacharia Yitzhak. De lejos viene la tradición judío-yemení, repleta de danzas, canciones y poemas que se dieron la mano durante siglos, antes de que los conflictos político y sociales de la zona propiciaran la radicalización y la postergación, también artística, de la zona.
Para la creación de Yemen Blues, Ravid Kahalani contó en un primer momento con la colaboración de Omer Avital, prestigioso bajista y compositor de origen yemení y marroquí, al que se sumaron posteriormente toda una serie de músicos académicos procedentes de Nueva York, Israel y Uruguay que terminaron de dar forma a este interesante proyecto.
Partiendo del legado ancestral que comparten Kahalani y Avital, Yemen Blues se nos presenta como una original y casi única prepuesta musical hasta la fecha. Las melodías tradicionales de sus orígenes yemeníes se funden con ecos de funk, jazz, soul y blues, tanto de origen africano con norteamericano, que junto con las modernas composiciones configuran una interesante, vibrante y bellísima experiencia musical. Pero no radica en esa mezcla de tonalidades lo realmente sugerente del álbum. La verdadera maravilla del disco se establece al fusionar la tradición judío-yemení ya mencionada, con la sonoridad del gnawa y las canciones nubias, tuaregs, saidis y bámbaras propias de la herencia saharaoui que tanto fascina a Kalahani. Es en este punto de ebullición en el que Yemen Blues adquiere el poderío, la efervescencia y la trascendencia real de su oasis sonoro en pleno desierto.
Ya es sabido que la música ha viajado y viajará de lugar en lugar transformándose y adquiriendo nuevas formas y trajes, pero muy pocos son capaces de plasmarlo en una partitura. Yemen Blues lo ha conseguido y nos demuestra que, Oriente, África y Occidente se abrazan de manera natural si nos sumergimos en sus tradiciones.
Publicado en la revista digital B!ritmos por Bruno Freire León
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